EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA
El día 5 de mayo de 1949, tuvo lugar un acontecimiento importante en el Cubo del Vino.
La
talla de la Virgen de Fátima se hizo tal y como había dicho uno de los
pastorcillos (Sor Lucía) y recorrería los pueblos y ciudades. Así llegó a
España antes de quedar instalada para siempre en Cova da Liria. La provincia de
Zamora y la capital, fueron las primeras en recibir la visita de la Virgen,
atribuyendo a su paso muchas provincias, milagros y curaciones.
El Cubo fue el primer pueblo de la provincia que recibiría el paso de la comitiva. Todo el pueblo salió a recibirla, bajo una lluvia incesante. Los vecinos habían engalanado ventanas y balcones, con mantones de Manila y vistosas colchas. El pueblo estaba entusiasmado con la llegada de la Virgen de Fátima.
La
prensa escrita rindió el correspondiente homenaje con sus reiteradas crónicas
sobre el evento.
En Cubo del Vino se celebraron 70 comuniones, a las que acudieron gente de los pueblos cercanos.
Y
es en Cubo del Vino donde se da a conocer, días después, el primero de los
milagros. Según la crónica de El Correo
de Zamora, el obrero Pablo Robles, que se encontraba paralítico desde hacía
cuatro años, le acercaron a la Virgen para que tocara sus andas y orar a su
paso por la carretera, en la zona del badén, ya que su casa se encontraba
situada muy cerca. Pablo Robles comentó que al tocar a la Virgen sintió un
calor intenso, que se extendía por todo su cuerpo. Él vivía en un segundo piso
de la casa y, cuando le iban a ayudar para subir las escaleras, después de
rezarle a la Virgen, los vecinos, entre lágrimas, vieron cómo Pablo subía las
escaleras sin ayuda de nadie.
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