LAYENDA
DE LA VIRGEN DE TRÁNSITO
Leyenda con origen de Zamora.
Hace mucho tiempo, entre los siglos XVI y
XVII, unos zamoranos, Doña Osorio y Don Juan de Carbajal, donaron su hacienda
para que se fundara un convento de monjas descalzas de la orden de Santa Clara.
Sa juzgó que las monjas más adecuadas
serían las Descalzas de Gandía. Éstas aceptaron y tras duros caminos llegaron a
Zamora. Una crecida del Duero les impidió llagar a la ciudad, así que se
refugiaron durante varios días en el convento de los Jerónimos.
Al fin, llegaron al convento y se
asentaron. Pero la madre Priora estaba triste. Cuando las demás le preguntaron
por qué estaba triste respondió:
- “Es que añoro mucho la imagen de
Nuestra Señora que teníamos en Gandía”.
Las demás hermanas rezaron mucho porque
se cumpliera es deseo de la madre Priora, porque ellas no tenían dinero.
Pasó un tiempo hasta que una mañana
llegaron unos peregrinos de Santiago de Compostela. Eran conocedores del anhelo
de la madre Priora y se ofrecieron a hacer una escultura de la Virgen. Sólo le
pidieron una habitación donde no fueran molestados hasta que ellos avisaran.
Y dicho esto, se pusieron a trabajar. Al
principio se les oía trabajar, pero poco a poco, la madre Priora se fue
poniendo nerviosa y llegó un momento en que no podía aguantar más.
Entraron en la habitación y ante sus
atónitos ojos descubrieron la imagen de la Virgen del Tránsito, al abrir la puerta
no encontraron ni rastro de los escultores, Se dice que eran dos ángeles y que
la Virgen le faltaba dos dedos en un pie porque la curiosidad de la monja no
les dio tiempo a terminar su obra.
Nuestra Señora de Tránsito se ha convertido en la patrona de la ciudad y ha salido de su clausura en los momentos en que la ciudad de Zamora ha pasado por grandes calamidades.
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