La Historia del Camino Mozárabe
Los
orígenes de la ruta van de la mano del Al-Andalus. Pero no fueron los árabes
sus creadores, sino todo lo contrario.
A
lo largo de los años, las diferentes civilizaciones de la historia se han
servido de las vías de comunicación para trasladarse por la Península Ibérica.
Bien por motivos políticos, económicos o sociales, han desempeñado un papel
fundamental en nuestro devenir. La importancia de los Caminos Mozárabes ha
llegado a nuestros días, siendo imprescindible para las conexiones en
Andalucía.
Así
pues, Los Caminos Mozárabes son un conjunto de rutas jacobeas, Caminos de Santiago,
que se extendían por el sur y el centro peninsular, para conectar las
principales urbes del centro peninsular con los diferentes puertos marítimos de
Al-Andalus.
Los
Mozárabes vivieron su máximo apogeo durante la Edad Media. Sin embargo, su
historia comienza a contarse en la época en la que la Península Ibérica era
conocida como Al-Andalus, allá por el siglo XI.
Orígenes
milenarios de la mano de los cristianos de territorios islámicos.
Aunque
su nacimiento se remonta al reinado de los musulmanes, no fueron estos sus
creadores, sino más bien todo lo contrario, Tal y como indica su nombre, la
palabra “Mozárabe” se usaba para designar a los cristianos que vivían en los
territorios árabes, adaptándose e incorporándose como una clase social más.
Eran “Dhimmis”, gente de libros, creyentes de religiones monoteístas que vivían
en países islámicos. Por lo que eran rutas que usaban estos cristianos para
trasladarse a territorios bajo dominio cristiano.
La
peregrinación mozárabe sólo tenía cabida durante los periodos de paz entre
cristianos y musulmanes. En estas épocas, los devotos del Cristianismo del sur
islámico se trasladaban hasta el norte católico haciendo uso de estos caminos
que conectaban con otras rutas romanas, como la Vía de la Plata, para llegar a
Santiago de Compostela.
Las
Funciones comerciales del Camino
Ya
en la Edad Media, el Mozárabe adquirió otro significado. Junto al original
religioso, en esta etapa su principal motivo fue comercial. A través de ellos,
conectaban las principales ciudades del sur peninsular con los puertos
marítimos del sur de Andalucía. Almería, Granada o Málaga son los principales
enclaves, que se unen, a su paso, con Córdoba, Jaén o Extremadura, en su parte
sureste.
Desde
su origen, en todos sus motivos, el Camino Mozárabe siempre ha estado muy
vinculado a su hermano mayor, la Vía de la Plata. A través de su recorrido por
las cinco provincias del este andaluz, la ruta continúa por el sureste de
Extremadura. En Mérida, el Mozárabe pierde su pista para fusionarse con La Plata.
Es en este punto donde se produce la mayor fusión entre historia, arte, cultura
y naturaleza. Una unión de dos en uno para seguir avanzando, para seguir
caminando con una única meta: Santiago de Compostela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario