DESCUBRE LA LEYENDA DEL LAGARTO DE LA MAGDALENA DE JAÉN
Es el momento de que descubras la curiosa leyenda del Lagarto de la Magdalena (o de la Malena) de la ciudad andaluza de Jaén.
La leyenda del lagarto de la Magdalena es, sin lugar a dudas, una de las más conocidas de la ciudad. Tanto es así que, con el paso del tiempo, se ha convertido en todo un símbolo de Jaén. Esta historia dice que hace muchísimos años en el gran manantial del Raudal habitaba una bestia.
Era tan grande como una montaña, fea como la maldición e incluso fiera como el demonio. Aquella fiera era llamada Lagarto, y se comía a aquellas pastoras que se acercaban, con mucha tranquilidad, a llenar sus cántaros de agua. Dicen las gentes que, cada mucho tiempo, comía a un muchacho o a una muchacha.
Ahora bien, conforme ese lagarto iba creciendo también agrandó su estómago, por lo que se comía una persona por día. Y no solamente lo hacia al atardecer, si no también por la mañana. La situación se hacia insostenible por momentos, por lo que nadie quiso acercarse a su guarida.
Una vez el hambre apretaba al Lagarto, decidió salir de ese cueva y recorrer las calles del precioso barrio de la Malena. Es entonces cuando un valiente preso no dudó un solo segundo en ofrecerse para matar a ese Lagarto a cambio, nada mas y nada menos que su libertad.
Este presidiario había trazado un plan. Entre otras cuestiones, necesitaba el pellejo de un cordero recién muerto para que el Lagarto pudiera oler la carne del animal aún vivo, así como pólvora, un saco de panes calientes y, por si fuera poco, un caballo veloz. Es entonces cuando en un amanecer, cuando el animal dormía, el preso llegó hasta su guarida.
Tras despertar al Lagarto, dejó un rastro de pan caliente que llegaba hasta un lugar concreto: la Plaza de san Idelfonso. Una vez allí. la bestia vio la piel de cordero que, anteriormente, se había llenado de explosivo. De un solo bocado, el Lagarto se comió al cordero y, cuando llegó a las entrañas explotó.
Muchos son los que dicen que ese Lagarto fue asesinado por un caballero muy valiente, mientras otros aseguran que fue un pastor al ver como esta bestia devoraba a sus ovejas. Lo cierto es que, cuando murió, hubo tres días de fiesta en todas las plazas. De esta historia viene el dicho "Así revientes como el Lagarto de la Malena"
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