El Ciervo Escondido
Esta pieza perfecta pertenece a Liehtsé (c. 300 a.C.), quien
es parte de ese asombro que significa la literatura fantástica de Oriente:
“Había
una vez un leñador de Cheng que encontró un ciervo en un campo, al cual mató y posteriormente
enterró con hojas y ramas para evitar que otros descubrieran la pieza. Pero al
poco tiempo, el leñador se olvidó del lugar donde había ocultado el animal y llego
a creer que en realidad todo el susto había sido un sueño.
Poco
después empezaría a contar su supuesto sueño, a lo que uno de los que lo
escuchó reaccionó intentando buscar el ciervo. Tras encontrarlo, se lo llevó a
su casa y le comentó a su mujer la situación, la cual le indicó que tal vez
sería él quien había soñado la conversación con el leñador, pese a que al haber
encontrado el animal el sueño sería real. A esto, su esposo contestó que
independientemente de si el sueño fuera suyo o del leñador, no había necesidad
de saberlo.
Pero
esa misma noche el leñador que cazó al animal soñó (esta vez de verdad) con el
lugar donde había escondido el cadáver y con la persona que lo había
encontrado. Por la mañana fue a casa del descubridor del cuerpo del animal,
tras lo que ambos hombres discutieron respecto a quién le pertenecía la
pieza. Esta discusión se intentaría zanjar con la ayuda de un juez, el cual
repuso que por un lado el leñador había matado a un ciervo en lo que creía un
sueño y posteriormente consideró que su segundo sueño era una verdad, mientras
que el otro encontró dicho ciervo, aunque su esposa consideraba que era él
quien soñó haberlo encontrado en base a la historia del primero.
La
conclusión era que realmente nadie había matado al animal, y se dictó que el
caso se resolviera mediante la repartición del animal entre los dos hombres.
Posteriormente, esta historia llegaría al rey de Cheng, quien terminaría por
preguntarse si realmente no sería el juez quien había soñado haber repartido al
ciervo”.
El cuento de “El ciervo escondido” es un cuento popular chino que nos narra una historia basada en la diferenciación entre sueño y realidad y lo difícil que en ocasiones puede ser realizarla. Es uno de los cuentos cortos para adultos que nos habla sobre la posibilidad de que podamos vivir en varios planos de existencia.
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