La enseñanza del burro
“Un día, el burro de un campesino
se cayó en un pozo.
El animal lloró fuertemente por
horas, mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito. Finalmente, el
campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y
necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el
burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron
una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que
estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego para la sorpresa de todos, se
tranquilizó. Después de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente
miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… Con cada palada de
tierra, el burro estaba haciendo algo increible…
Se sacudía la tierra y daba un paso
hacia arriba…..mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, él
se sacudía y daba un paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vio
sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del
borde y salió trotando…”
La vida va a tirarte tierra, todo
tipo de tierra… El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso
hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba.
Así, que sacúdete la tierra de encima
porque en esta vida hay que ser solución, no problema.
El buen
caminante sabe que cada obstáculo es una oportunidad para superarse y crecer,
un aprendizaje vital que permite ponernos a prueba y alcanzar nuevos
horizontes.
Al
final la belleza de la existencia reside en ese vaivén entre días excelentes,
regulares y malos. Las almas felices saben apurar los placeres, bendecir la
calma y relativizar los sinsabores.
Viajamos
por una gran montaña rusa en la que a veces estamos arriba y a veces abajo. Los
malos momentos permiten apreciar los buenos y a la inversa.
Francesc
Miralles
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